Queremos recordar lo importante que es priorizar la salud y la calidad de vida, por sobre todas las cosas, y que esto depende únicamente del cuidado de cada una.
Hay que tener en consideración que existen enfermedades que pueden aparecer a en distintas etapas de la vida, tales como la infección por virus papiloma humano (VPH), cáncer, enfermedades cardiovasculares y otras afecciones que, para prevenirlas, es clave tomar consciencia a través de un enfoque proactivo, con énfasis en hábitos de vida saludable, así como realizar controles médicos periódicos con el objetivo de detectar a tiempo estas enfermedades que podrían llegar a desarrollar una complicación mayor e incluso, irreversible.
La prevención en salud, muchas veces no se toma en consideración y frecuentemente se posponen los chequeos médicos por desconocimiento. En el caso de las mujeres, además de revisiones ginecológicas, se recomienda realizar otros controles de la mujer dependiendo de la edad de cada persona.
El primer chequeo médico de la mujer
Se recomienda realizar el primer control ginecológico entre los 13 y 15 años o posterior a la menarquia (primera menstruación), el cual puede ser realizado por un médico ginecólogo infanto-juvenil o matrona capacitada en adolescencia.
En este primer control de la mujer se realizan varias actividades, tales como educar en relación con los procesos normales en esta etapa de la vida, educación sexual acorde al desarrollo físico-emocional, evaluación de la necesidad de iniciar anticoncepción, supervisión del cumplimiento de esquemas de vacunación relacionados con infecciones de transmisión sexual (hepatitis B y virus papiloma humano) y también detección temprana de patologías que pudieran estar pasando “desapercibidas”. En esta consulta, además de realizar exámenes ginecológicos y chequear las mamas, las mujeres pueden consultar respecto de las dudas en relación con la menstruación, alteraciones en ciclo menstrual o dolor asociado, el desarrollo sexual y la actividad sexual, como también recibir consejerías por parte del profesional tales como, educación y anticoncepción.
Prevención en mujeres entre los 15 y 30 años
A medida que avanzan los controles se abordan con mayor profundidad y de acuerdo con las características de cada mujer temas relacionados con salud sexual y reproductiva. En este período toma una gran relevancia la educación para prevenir contagios de enfermedades de transmisión sexual (ETS) y embarazos no deseados. Se recomienda la realización del primer examen de Papanicolau (PAP) luego de iniciada la vida sexual o a los 25 años. Este examen se utiliza para la detección temprana de cáncer cervicouterino, patología frecuente, de alta morbimortalidad y que puede provocar un gran impacto en la calidad de vida de las mujeres. La periodicidad de los controles ginecológicos en esta etapa puede variar de cada 1 a 3 años. Esta frecuencia es determinada por el profesional tratante, considerando la historia clínica de la paciente, conductas de riesgo y antecedentes familiares, entre otros.
Durante este rango de edad, es recomendable también la exploración de mamas para descartar cualquier anomalía, así como la medición periódica de peso, talla, presión arterial y la realización de exámenes de laboratorio (sangre y orina), de acuerdo con la indicación profesional.
Controles Preventivos de la mujer entre los 30 y 39 años
A partir de los 30 años se recomienda, adicional al Papanicolau, la realización de exámenes para la detección del virus del papiloma humano (VPH), ya que se sabe que casi la totalidad de cánceres cervicouterinos se asocian a la infección por VPH. No se recomienda en mujeres más jóvenes por la alta tasa de infecciones autolimitadas que se resuelven espontáneamente y no requieren tratamiento.
Como se explicó anteriormente, la prevención en salud de la mujer para su calidad de vida es fundamental. Por ello, es que además del control ginecológico anual, a partir de los 30 años se recomienda el cuidado de la salud cardiovascular y prevenir el desarrollo de otras enfermedades que pueden llegar a ser crónicas, como la diabetes, la hipertensión y el colesterol.
En esta etapa de vida, la actividad física, el comer saludable y mantener hábitos sanos, sin exceso de alcohol ni fumar es fundamental para prevenir el desarrollo de este tipo de enfermedades, que siguen siendo la primera causa de mortalidad en nuestro país en mujeres y hombres.
Prevención en salud a los 40, 50 años y más
A partir de los 40 años de edad existe un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas cardiovasculares, cánceres, enfermedades del aparato osteomuscular, entre otras. Para prevenirlas, es muy importante mantener los controles preventivos, entregándole toda la información al médico y mantener una vida saludable y la actividad física.
En esta etapa de vida y en especial sobre los 50 años, existe una mayor propensión a desarrollar cáncer de mama. En Chile, el cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer en las mujeres y se estima que 1 de cada 8 podría desarrollarlo a lo largo de su vida. Es por esto la importancia de los controles médicos para prevenir el cáncer de mama a partir de los 40 años o antes en pacientes con antecedentes familiares y según la indicación médica. El examen de elección para la detección precoz del cáncer de mama es la mamografía, la cual en muchos casos es complementada con una ecografía mamaria. Esta enfermedad puede tener una posibilidad de curación incluso mayor al 90% si se diagnostica en forma precoz.
En este período se aborda también la menopausia y el climaterio, que son eventos normales en el ciclo vital de la mujer, pero que pueden generar temor, incomodidad o síntomas específicos. Es por esto que se recomienda hablar este tema con el médico tratante, de modo de evaluar la necesidad de tratamientos hormonales o la implementación de otras medidas de apoyo en esta etapa. También es relevante seguir abordando el tema de la sexualidad, ya que los cambios hormonales pueden afectar la vida sexual y existen tratamientos para apoyar en estos procesos.
En toda etapa de la vida es indispensable la evaluación de la salud mental, de modo de detectar precozmente situaciones de riesgo o directamente patologías como depresión, ansiedad, trastornos de alimentación, entre otras, las cuales se presentan con mayor frecuencia en las mujeres.de