Síndromes Geriátricos

caidas por perdidas de equilibrio

Los síndromes geriátricos son manifestaciones que acompañan el envejecimiento de los individuos, que en algunos casos pueden ser intensos o adelantarse a nuestra cronología de vida. Es más frecuente encontrarlos en personas mayores de 65 años, y en muchos casos pueden ser consecuencia de enfermedades, tanto crónicas como agudas (por ejemplo si hay antecedentes de accidentes vasculares) que impactan en la salud física y emocional. 

 

Actualmente podemos identificarlos para poder evaluarlos y dar tratamiento integral junto al equipo médico y  modificar su impacto. 

 

En este momento en que nos encontramos en pandemia, donde no hemos podido realizar nuestras actividades de la vida diaria en forma normal, debido a las cuarentenas prolongadas, inevitablemente ha ido disminuyendo nuestra actividad física y nuestro “movimiento”, y por ende ha aumentado la frecuencia con que aparecen estos síndromes geriátricos.

¿Cuáles son los síndromes geriátricos?

Dentro de los síndromes geriátricos, podemos distinguir los siguientes:

 

  • El primer síndrome geriátrico que revisamos es el de las caídas frecuentes. A medida que envejecemos, tenemos más posibilidades de tropezar y caernos, pudiendo provocar fracturas de cadera o de otro hueso, además aumenta el riesgo de golpes en la cabeza y de provocar hemorragias o hematomas cerebrales. Hay diferentes causas, como por ejemplo el uso de medicamentos  hipnóticos o para dormir, así como también tener antecedentes de enfermedades de base que comprometan el sistema motor o muscular, como la enfermedad de Parkinson.

  • Trastornos de la marcha: Al igual que el anterior, es un síndrome geriátrico muy frecuente que puede ocurrir por diversas causas, como lo son: la enfermedad de Parkinson, artrosis, insuficiencia cardíaca, anemia, diabetes, depresión, demencia, entre otros.

  • Incontinencia urinaria y fecal: Puede ocurrir a medida que envejecemos, debido a que el tejido que contiene la pelvis y sus órganos se va haciendo más débil conforme pasan los años. También puede deberse a causas vasculares cerebrales, polifarmacia, infecciones, etc. 

  • Trastorno Cognitivo: Cuando envejecemos nuestra capacidad de “memoria”, “conducta” y de realizar correctamente todas las actividades de la vida diaria va disminuyendo. Hay diversas causas de ello, desde la demencia de enfermedad de alzheimer, hasta que la persona esté cursando un trastorno depresivo o ansioso. También el uso de benzodiacepinas o hipnóticos también comprometen nuestra cognición.

  • Trastorno del ánimo: Pueden provocar cambios en la conducta, irritabilidad, apatía e incluso trastornos del sueño. Sus causas pueden ser variadas, como la multimorbilidad, dolores crónicos o duelos no resueltos.

  • Fallas sensoriales: Son las que producen alteraciones de los órganos de los sentidos, por ejemplo la hipoacusia o patologías de la visión y/o oculares, pudiendo causar aislamiento del medio que lo rodea, deteriorando aún más la cognición. 

  • Polifarmacia: Se define con el uso de 4 fármacos o más. La evidencia nos muestra que a mayor cantidad de fármacos, mayor posibilidad de interacciones y efectos adversos, además se asocia a caídas y aumenta el riesgo de muerte de cualquier causa.

  • Dismovilismo: Un problema prevalente que puede ser producido por todos los anteriores. Consiste en la incapacidad de moverse o realizar actividades que requieran funciones motoras de manera normal o fluida. Es muy predominante en población adulta mayor y en personas más jóvenes que han sufrido alguna cirugía u hospitalizaciones prolongadas.

Manejo de los síndromes geriátricos

 

Como ya comentamos, variadas son las manifestaciones (signos y síntomas) que aparecen con la edad avanzada y dentro de estos, cobran importancia los síndromes geriátricos, los cuales deben ser pesquisados por los familiares o por el médico tratante, quien debe realizar una historia detallada basada en la valoración geriátrica integral, evaluando e indicando intervenciones que impacten en la calidad de vida de la persona y familia. Todo el equipo clínico y familia deben involucrarse. 

 

Para evitar o retrasar, en lo posible, estos síndromes es recomendable llevar una vida sana y activa, promoviendo la buena alimentación, ejercicio físico rutinario, controlar sus enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, artrosis, cardiopatías etc, ya que el mal control de estas aumenta la incidencia de síndromes geriátricos.

 

En centro médico Medicien contamos con profesionales especializados en enfermedades crónicas y en geriatría, conformado por un equipo multidisciplinario de expertos en el manejo de síndromes y enfermedades, que brindan una atención integral y  desarrollan las mejores condiciones para el óptimo envejecimiento de la persona.

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